El enamoramiento no sólo genera sentimientos placenteros, sino que el estrés y la ansiedad son frecuentes si los involucrados resultan ser además compañeros de oficina. Es que llevar adelante una relación sentimental en esas condiciones puede ser complicado, tanto para la pareja como para la empresa en la que trabajan.

El ámbito laboral favorece la formación de parejas. La cantidad de horas que se pasan en él, las reuniones, almuerzos, eventos y fiestas, entre otras actividades, pueden favorecer el acercamiento afectivo.

Sin embargo, si bien no hay una ley que lo prohiba, son situaciones que, en general, se tratan de evitar. En general, las empresas multinacionales ya tienen políticas claras desde la casa matriz. Mientras tanto, las locales, de índole más familiar, generan sus propias políticas, aseguró Geraldine Delfino, gerenta de PwC.

Federico Muttoni, gerente de Advice, apuntó que en el pasado algunas firmas tenían políticas y reglas en esta materia, aunque a veces no escritas, y es posible que al día de hoy las aplican de forma solapada.

Bajo perfil

«Dependerá del grado de profesionalismo de las personas el cómo llevarán esta situación dentro del ámbito laboral. Pero no es fácil», afirmó un responsable de Recursos Humanos de una imperante firma local.

Para Delfino, el manejo de la relación por parte de las parejas debe ser de «sentido común».

Mantener el bajo perfil y la seriedad puede ser clave en algunos casos, si no se quiere que la situación desencadene un despido, coincidieron los expertos.

Tal es el caso de Dante y Victoria, compañeros de trabajo que ni se miran cuando se cruzan, evitan estar juntos en los lugares comunes, almuerzan en horas diferentes y no cumplen los mismos horarios laborales.

Ellos son una de las tantas parejas que se han formado en los ambientes laborales y que buscan subsistir en una convivencia que ocupa las 24 horas, pero que la vida personal no se mezcle con lo laboral, algo difícil de lograr.

Convivencia

Uno de los conflictos que más se intenta evitar en las compañías es que se formen vínculos amorosos entre jefes y subordinados.

Esto es así a la interna de PwC. «De lo contrario entran conflictos de interés o juegos como relación de sumisión, y esto puede llegar a contaminar la relación laboral», comentó Delfino.

La experta entiende que, mientras no exista una relación de dependencia que genere un vínculo nocivo, esto no incida en el negocio y mantengan los temas personales fuera del ámbito laboral, no es un impedimento.

Otro inconveniente puede surgir si en el trabajo uno de los dos involucrados tiene buen rendimiento y el otro no.

A la hora de tomar medidas, se puede generar que ambos lo tomen a mal. O que el mal momento se refleje en la casa, incida en la pareja y luego se traslade al trabajo.

Todas las advertencias quedan muy claras sobre el papel, pero en la práctica se hace difícil; es que enamorarse en el trabajo, muchas veces, no es algo que se pueda evitar.

Y ahora quién se va

Existen parejas que se forman en conocimiento de las políticas en contra, tanto en forma escrita como oral, opinaron los expertos.

Entonces es cuando deben decidir quién se queda en la empresa o en el sector. Otras veces es la propia empresa que interviene para evitar posibles riesgos, reubicando a una de las personas en un departamento diferente.

Pero con una salvedad: si la compañía decide cambiar de puesto a uno de los dos, «lo hace con la misma categoría, salario y condiciones y justifica ese cambio además por otros motivos. Si es así, lo habitual es que no se generen inconvenientes», explicó Muttoni.

Sin embargo, si el cambio implica un deterioro de las condiciones de trabajo -en términos de salario o categoría-, el trabajador puede tener un motivo al que aferrarse para reclamar. «Regular las relaciones de pareja en el trabajo es muy delicado porque se puede vulnerar el derecho a la intimidad de las personas», remarcó el experto.

El publicista Alfredo Giuria también pasó por esa difícil situación, solamente que lo vivió desde ambos lados. Conoció a su actual esposa en el trabajo, y eso provocó el despido de ambos.

Pero cuando le tocó formar su agencia y tener parejas dentro de su grupo de subordinados, lo tomó como algo normal. «Evitar las parejas dentro de una empresa para preservar la calidad del trabajo es tan ridículo como lo contrario. Una empresa no es mejor porque se formen parejas o por prohibirlo», resumió el empresario.

De igual modo, Muttoni, quien también conoció a su actual pareja en su ambiente laboral, confesó «estar abierto» a que lo mismo suceda entre otras personas en las empresas, aunque, a nivel personal, él y su esposa preferirían no volver a trabajar juntos, para no afectar su relación de pareja.

Además, para este especialista existe un tema de intereses económicos para la familia. «No es tan bueno que ambos trabajen en la misma empresa. Es necesario diversificar los puntos de ingresos económicos y, en caso de que a alguna de las empresas donde se encuentren le vaya mal, esto no repercuta en el conjunto de la familia», analizó.

Otro aspecto negativo se da cuando deben negociar con sus superiores los días de descanso, ya que los novios o esposos procurarán sacar la licencia al mismo tiempo y eso puede repercutir en los intereses de la empresa.

Delfino opinó que no es saludable estar muchas horas en el trabajo juntos y luego en el hogar, porque puede llegar a desgastar la relación, aunque reconoció que existen parejas que conviven todo el día y lo pasan muy bien.

Lo cierto es que con reglamentos o no, los ambientes laborales, por las largas horas que las personas suelen pasar en ellos, motivan el nacimiento de relaciones afectivas. Dependerá tanto de la compañía en cuestión como de las personas que toman la decisión de empezar la relación, que esta sea sana y, en definitiva, logre perdurar.

Lo que las parejas pueden dar a las empresas

A la hora de contar con parejas en una misma empresa se presentan diversos inconvenientes, aunque algunos aspectos pueden destacarse como positivos. A modo de ejemplo, para aquellas firmas con filiales o negocios con el exterior, se vuelve a favor si se plantea un viaje.

Federico Muttoni, gerente de la consultora Advice, aseguró que, asimismo, puede que la pareja potencie su trabajo.

«Hay ventajas de trabajar con tu pareja. Existe una gran motivación -sobre todo al comienzo-, un profundo conocimiento del otro, confianza y alineamiento. Se puede jugar de taquito porque sabes que el otro te entiende muy rápido», afirmó el experto.

 

Por ANTONIO LARRONDA Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Extraído de diario "El País" de Montevideo.