Networking

Funcionar funciona, ahora bien, es algo a medio y largo plazo, eso quiere decir que puedes tardar meses en conseguir el objetivo.

Es un duro trabajo, requiere tiempo, dedicación, atención al detalle y memoria o utilización de algún software o medio para no olvidarte de nada. 

Realmente si se quiere obtener resultados se debe poner empeño, al final es como si quisiéramos “enamorar” a la otra persona o hacer que quiera ser “nuestro amigo”.

Ojo: las comillas están porque es un ejemplo, no porque el networking sea enamorar ni hacer amiguitos, sino porque supone un esfuerzo similar a conseguir esos dos objetivos, es decir: requiere dedicar tiempo a las personas.

 

Conexiones

En LinkedIn lo que realmente tienes son conexiones, no contactos y da igual que LinkedIn los llame contactos porque no lo son. Una conexión implica una posibilidad, un porcentaje de poder llegar a ser contacto de esa persona u otra. 

Sí, tienes XXX conexiones, pero no todas son contactos, aunque entre ellas tendrás algunos. 

Una conexión posibilita que tu perfil sea más visible, que otros puedan entrar a verte, etc., pero sólo es una conexión.

Puedes conseguir más atención y ser más visto si publicas en grupos e interactúas en ellos que por tener un “contacto” más en LinkedIn. Los reclutadores quieren ver lo que puedes aportar y un perfil fantasma no aporta nada de la información que un seleccionador busca en las Redes Sociales.

No todas las conexiones son buenas, recuerdas el dicho “dime con quién andas y te diré quién eres“, pues aquí también sucede y es por eso que hay muchos profesionales que no aceptan como “contactos” a según que perfiles.

Del mismo modo, un reclutador o seleccionador normalmente no añade a su red a las personas que le interesan como candidatos, simplemente les pide información o contacta por email u otros medios. Aquellos que sí quieren “jugar” a ser headhunters suelen hacerlo para crearse una “base de datos” de posibles candidatos, pero tampoco por estar en esa base serás el elegido.

 

Contactos

Un contacto, es una persona que podríamos decir o llamar “Conocida”, no es tu amiga, pero hay cierta cercanía y se mantiene una mínima relación entre ambos. Suele ser recíproca y se basa en el win-win o gana-gana. 

Ambos se prestan atención e interactúan compartiendo contenido o simplemente diciendo alguna palabra o frase que anime o apoye al otro.

Los contactos sí funcionan, pero simplemente porque permiten conocer a la persona, tienen cierta calidez humana que es la que permite que las cosas sucedan. Una conexión no tiene ese poder de conectar/activar ese aspecto humano y no deja de recordarme al frío código informático de unos y ceros que da forma a la información que circula en Internet.

Sin embargo los contactos no son simplemente datos, comparten datos con las conexiones y también tienen unos y ceros, pero están compuestos de mucho más, de datos que solo pueden aportar el amor, reconocimiento, interés y atención por la otra persona. Tener un email, teléfono, saber el trabajo y estudios anteriores es muy fácil, pero saber lo que conmueve a una persona, sus gustos, sus preocupaciones, sus intereses, etc. es lo difícil, es lo que se consigue al trabajar esa conexión para convertirla en contactos y de ahí quizá en amigos, mejores amigos, etc.

Así que recuerda que en realidad no importa las conexiones que tengas, son los contactos los que realmente pueden crear oportunidades y posibilidades. 

 

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