2. Cambia el queso de vaca por uno de cabra: tiene un 40% menos de calorías.

3. Come alubias una vez a la semana. Una enzima de estas legumbres le dice al organismo que descomponga la grasa almacenada en lugar de los carbohidratos para obtener la energía.

4. Opta por las espinacas antes que cualquier otra verdura verde. Tienen el doble de fibra, lo que ayuda a tu organismo a procesar las grasas más eficazmente.

5. Una copa de vino tinto al día puede impedir que acumules grasa, sobre todo en la zona abdominal. El resveratrol de las uvas inhibe el desarrollo de células grasas en la cintura.

6. Come más frutos del bosque: las otras frutas contienen fructosa, que se puede combinar con los carbohidratos para acumular grasa corporal.

7. Come grasas "buenas" para poder quemarlas. Por ejemplo, nueces y aceite de oliva, que también ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas.

8. Come queso camembert de postre para cenar: contiene calcio, que quema grasas, y triptófano, que induce al sueño.

9. Una ensalada de judías negras, pimientos, tomates, cebollas y maíz con un aliño casero de aceite de oliva y limón fomenta la pérdida de peso.

La combinación de fibra, supresores del hambre y compuestos quema-grasas harán que te deshagas de esos kilos de más.

10. ¿Quieres perder peso pero te encanta el cerdo? El jamón cocido de la parte trasera del lomo es el que tiene más proteínas y menos veta de grasa.

11. Bebe el jugo con su pulpa. La fibra se procesa más rápidamente, lo que te hará sentirte saciado durante más tiempo.

12. Come carbohidratos ricos en fibra y bajos en carbohidratos, como los frutos secos, la cebada y los copos de avena. Te ayudarán a regular los niveles de insulina.

13. Toma piña. No sólo es lo mejor que puedes picar para acelerar el metabolismo, además contiene bromelina, que ayuda a descomponer las proteínas.

 

Nick Pineault

En plenitud.com