Cuanto más alto es el nivel educativo de las mujeres en el mercado laboral, mayor es la brecha salarial en comparación con los hombres. Los datos están en la Síntesis de Indicadores Sociales, un análisis de las condiciones de vida de los brasileños, publicado hoy viernes 29 de noviembre por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Los datos de la Encuesta Nacional de Hogares por Muestreo de Domicilios (PNAD) de 2013, revela que en 2002 los ingresos de las mujeres era equivalente al 70% de los ingresos de los hombres. Diez años más tarde, en 2012, la proporción aumentó a 73 %. En el grupo con 12 o más años de estudio, los ingresos de las mujeres caen al 66% de los ingresos masculinos."En el caso de las mujeres, la gente identifica que a medida en que avanza la escolaridad, la desigualdad salarial entre hombres y mujeres aumenta", explica la investigadora de IBGE, Cristiane Soares.
Otro foco a destacar es la ocupación de los puestos directivos. La investigadora de IBGE señala que el acceso de mujeres con 25 años o más a posiciones de liderazgo se situó en 5%, mientras que 6,4 de los hombres accedieron a mismo puestos.
"Incluso en los sectores en los que las mujeres son la mayoría, como salud, educación y servicios sociales, hay una mayor desigualdad entre hombres y mujeres. En estas áreas, la renta de las mujeres  en cargos de dirección corresponde al 60% del ingreso de los hombres.

Los datos también muestran que las mujeres siguen siendo la mayoría en la ocupación del trabajo precario y no remunerado, lo que diferencia a los sexos en entrar en el mercado. "Comparando la jornada entre hombres y mujeres, se trabajó ingresos por hora, justamente porque la mujer tiene una jornada un poco inferior a la de los hombres en el mercado [formal]".
La síntesis de los indicadores mostró que las mujeres trabajan menos horas en el mercado laboral formal, pero hacen el doble de la jornada de los hombres en las tareas del hogar. En 2012, los hombres trabajaron en promedio 42,1 horas a la semana, mientras las mujeres trabajaron 36,1 horas. Para las tareas domésticas, sin embargo, las mujeres dedicaron 20,8 horas, mientras los hombres trabajaron 10 horas. En comparación a 2002, por estos días se ha reducido en cerca de dos horas la jornada doméstica femenina, mientras la masculina se mantuvo.
La investigadora explica que el estudio de IBGE adoptó una definición más amplia del trabajo, que abarca no sólo el formal, sino también las tareas del hogar."Este análisis por género nos mostró que la inclusión de las mujeres en el mercado del trabajo se diferencia al de los varones. Las mujeres están más concentradas en el trabajo doméstico, en la producción para su propio uso y consumo, el trabajo no remunerado"

 

Diferencia salarial entre mujeres y hombres en Uruguay

Publicado por AUCI - Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional - Mayo 2015

Estudio de PNUD muestra diferencia salarial entre mujeres y hombres con igual nivel de estudio.
A pesar de que las mujeres representan el 63% del total de asalariados con nivel educativo terciario, la brecha salarial en ese nivel educativo sigue siendo la más elevada y se ubica en el 20%. Esta es una de las conclusiones a las que llegó el estudio realizado por las economistas Soledad Salvador, Alma Espino y Paola Azar, publicado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Se trata del Cuarto Cuaderno sobre Desarrollo Humano “Desigualdades persistentes: mercado de trabajo, calificación y género”, que forma parte de la serie “El Futuro en Foco”, editada por el PNUD.

Las mujeres con titulación universitaria ganan en Uruguay el 20% menos que los hombres con la misma formación y el 10% menos en el conjunto de niveles educativos. En algunas de las ocupaciones en que se ubican los y las asalariados con estudios terciarios, la brecha salarial de género es muy significativa. Es el caso, por ejemplo, de los auxiliares contables y financieros (–30%), médicos y profesionales afines (–20%), especialistas en ciencias sociales y humanas 15 (–32%) y vendedores y demostradores de tiendas y almacenes16 (–21%).

De acuerdo con la ONU, la brecha salarial entre hombres y mujeres es de un 19% en América Latina y el Caribe, inferior al 24% en el ámbito mundial, mientras que en Asia meridional llega al 33% y en regiones desarrolladas del 23%.

Las autoras plantean algunas hipótesis sobre la existencia y persistencia de esa brecha. Una de ellas es la denominada segregación ocupacional, o sea la diferencia de concentración de mujeres en determinadas áreas laborales. A modo de ejemplo, el 20% de la fuerza de trabajo femenina se concentra en el área de servicio doméstico, y eso contribuye a bajar el promedio. Otro elemento es lo que denominan como efecto techo de cristal, que implica que en los puestos jerárquicos más altos están los hombres.

Recomendaciones
En relación a las políticas de oferta laboral, las expertas recomiendan promover medidas de acción positiva que procuren “reequilibrar las desigualdades de partida, considerando que los factores culturales, las expectativas de trayectorias laborales, las aspiraciones respecto a la vida familiar y la carga de trabajo doméstico pesan a la hora de elegir carreras profesionales o tecnicaturas”. Asimismo, modificar los “patrones de género” de las instituciones educativas “mediante campañas de promoción de la igualdad de género” y desarrollar el Sistema Nacional de Cuidados.

Respecto, a la demanda laboral, proponen promover procesos de contratación y ascenso lo más transparentes posible; políticas de capacitación y actualización dirigidas a las mujeres para fomentar su ingreso y permanencia en trabajos mayoritariamente masculinos”, y “asegurar que no se obstaculizará su acceso a puestos de responsabilidad”.

Fuente: PNUD Uruguay