Cada noche, al llegar a casa, uno de los placeres más reconfortantes para mi prima es quitarse los tacos y ponerse sus pantuflas. Debido al uniforme que tiene que usar —un traje de etiqueta con blusa—, prefiere llevar un calzado con tacos altos.

Por un lado, afirma que al final del día experimenta un fuerte dolor en la zona situada entre los dedos y la planta del pie; pero por otro, reconoce que, pese a las incomodidades, utilizar un par de zapatos altos la hace sentir mejor vestida y con más confianza.

Justamente, entre las razones por las que las mujeres suelen apostar por este tipo de calzado están que añaden altura, alargan visualmente las piernas y estilizan la figura, a lo que debe sumársele la carga de sensualidad que aportan.

Estudios han revelado que el uso prolongado de tacos altos modifica la naturaleza del pie y ocasiona daños como callos, juanetes, inflamación y dolor en la planta de éste, o como le sucede a mi prima en la unión de los dedos con la planta.

De acuerdo con investigaciones, más del 50% de las mujeres que utilizan a diario tacos altos sufre algún tipo de dolor o tiene juanetes, una alteración que se produce cuando el dedo gordo del pie se comprime y se desvía.

Entre más alto sea el taco y más estrecha la punta, se corre un mayor riesgo de padecer este mal, pues se deposita una carga en la parte delantera del pie y esto hace más vulnerables a las mujeres a deformaciones, sobre todo, a aquéllas con una predisposición familiar de artritis.

La popularidad de los zapatos altos, sin embargo, va en aumento entre las marcas y las seguidoras de la moda. Los tacos de más de 10 centímetros son tan comunes para celebridades de baja estatura, que muchas mujeres imitan esta tendencia.

El dolor y alteraciones en los pies no son los únicos riesgos que se corren al utilizar un calzado de gran altura, también aumenta la probabilidad de sufrir lesiones y accidentes. Si la mujer en cuestión no es experta en caminar con tacos muy delgados, puede perder el equilibrio y caer.

Recomendaciones

Algunas de las recomendaciones que dan los ortopedistas —quienes alertan también sobre un posible daño en la columna debido al uso de un calzado inadecuado— para evitar caídas están mantener una postura recta, caminar firme y apoyar primero el tacón y luego el resto del zapato.

De igual forma, aconsejan elegir modelos con un tacón de dos a cuatro centímetros y alternar los distintos tipos de calzado, como las flats (también conocidas como ballerinas), sandalias y mocasines.

No hay que olvidar que una de las funciones del calzado es proteger los pies de las agresiones del entorno, los cuales soportan nuestro cuerpo todo el día, por lo que hay que brindarles un calzado cómodo

 

Extraído de diario "El País" de Montevideo.